La reciente salida del quinto libro del escritor cubano Juan Carlos Roque García, titulado, ENTRE HABANOS, nos asombra y seduce una vez más.
La opinión de la lectora Juana Brecevic, pintora y poeta argentina.
La pintura precisa, detallada de personajes reales que trabajan en la tabaquería en el pueblo de Güira de Melena, en Cuba, es el resultado de un experto narrador de realidades.
Personajes únicos, creíbles, cercanos, trabajan juntos en el día a día en la fábrica desde donde salen al mundo los famosos habanos, en una Cuba cobijada por un cielo luminoso, un mar de ensueño y literatura, donde la música, la comprensión y la solidaridad afrontan la problemática impuesta por los cambios de ideas y políticas ajenas a la isla.
Aun así, no pueden doblegar la unidad, comprensión, solidaridad, la cultura ancestral y la religión dentro de esa problemática citada.
La colaboración en el trabajo cotidiano, el compartir problemas personales por la cercanía diaria, la amistad y la identidad latina, van más allá de las ideologías impuestas.
La fábrica, el lector de literatura, de las noticias diarias, los problemas comunes, individuales y de la comunidad toda hasta los cambios implantados por una ideología foránea.
Entre Habanos recrea los festejos, donde la música y el baile desbordante de alegría borran las inquietudes cotidianas. Las letras impuestas desaparecen ante el desborde de un pueblo que sabe de ritmo y la alegría de vivir.

Entre habanos está a la venta en Amazon y en la editorial Círculo Rojo, de España.
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