Juan Carlos hizo un derroche de imaginación e insertó en la vida cotidiana de una tabaquería y sus personajes (los tabaqueros) las vivencias de un güireño común y corriente que sufre, padece y vive al son de los años en que se desarrolla la trama. Leerlo fue volver a recorrer aquellos años, las noticias que se sucedían con la certeza de lo real. ¡Genial! Entre habanos, junto a los que también mencioné antes, y que si te regalan otro no te puedes olvidar de aquél
Entre habanos: Nos estaba haciendo falta esta novela
Entre habanos, nos invita a una lectura entre líneas, a encontrar nitidez más allá del humo que, ante nuestros narices, se desprende después de cada bocanada de tabaco. Quien lo haga, terminara por agradecerle a Juan Carlos su gentileza y la luz. Nos estaba haciendo falta esta novela. Entre Habanos es también el despertar de una conciencia. (Katiuska Ramos, lectora de Santiago de Cuba)
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