Toda retroalimentación sobre una obra es el mejor reconocimiento que un autor puede recibir, como bien me dice mi colega Jesús Díaz Loyola: «aliento indiscutible para no bajar la pluma nunca».
Ese aliento me llegó ayer desde Güira de Melena, mi pueblo, en este mensaje de un vecino Hernán Yglesias Villar después de leer mi novela, que transcurre en ese terruño.

Juan Carlos:
Quisiera decirte: “¡Terminé tu libro Entre Habanos!”, pero sucede que llegas a la última página, y el libro te continúa, te continúa como una voz, como una nostalgia, como esas canciones que se te adentran y las vas susurrando todo el tiempo, como la fotografía de aquellos tiempos “mejores” que nos alegran la existencia desde la mesa de noche.
Tu libro me llevó hasta un pueblo que alguna vez conocí, pues resulta que se nos ha hecho tan de prisa, que a veces no lo reconozco, y Entre Habanos me devolvió esa Güira que, sin dejar de moverse, tenía sus arraigos, sus personajes, su fisonomía reconocible y hasta una solidaridad vecinal que a ratos… no sé… y tu libro me la devolvió, con tu maestría para traerme nuevamente los olores, las calles, los sabores, el sonido de los carnavales, el aroma del tabaco y nombres y nombres que para otros quizás sean personajes, pero para mí tienen rostros, sonrisas, y algunos hasta se quedan en lo entrañable.
Y por supuesto: el rescate de una historia colectiva que nos marcó, en un tiempo complejo, que todavía está por revelar, y que tú ya indagas desde las vidas que se mezclan en esta novela imprescindible.
Sé que quizás hubieras agradecido mejor un escrutinio sobre el devenir escritural, el ritmo de la novela, la calidad de los personajes, en fin: lo que se espera de un análisis literario. Tal vez con el tiempo… quién sabe, pero ahora no alcanzo: el libro me gustó, y me gustó mucho. Y eso me basta.
Hernán Yglesias Villar
Güira de Melena
2 de junio de 2019
11:20 pm.
Sinopsis de Entre habanos
La Cuba de los increíbles años ochenta del siglo XX es vista en Entre habanos desde el ¿micro? mundo de una tabaquería en el pueblo de Güira de Melena. La emigración, la culpa, el amor, el sexo, la homosexualidad, la alegría, los miedos… fluyen aquí como el humo denso y azul de un puro. La cotidianidad del país y las vidas de un grupo de personas reunidas por la tarea común del torcido manual de los famosos habanos, son los hilos principales en la trama de esta, la más reciente obra literaria de Juan Carlos Roque García. Cada personaje con su cruz, o ayudando a cargar la ajena, hacen de sus historias una sola. Como telón ¿de fondo? la lectura de las noticias de la prensa —escuchadas y comentadas sotto voce por los obreros mientras cortan, estiran y tuercen hojas— y, para no enajenarse con tanta realidad, también literatura de Shakespeare, Hemingway, García Márquez, Carpentier, Jorge Amado. Un mundo ¿ficticio? cortado y torcido, también a mano, letra a letra, por el autor.

Deja una respuesta